Hoy os traigo un postre que siempre queda bien. Es sencillo, rico y saludable.
Se trata de una clásica tarta de hojaldre con relleno de crema de vainilla y fruta fresca.
Ideal incluso para los más pequeños ya que la única complicación de la receta, es la elaboración de la crema y con paciencia seguro que os sale de primera.
Los que me seguís, sabéis que me gusta realizar la elaboración de todos los productos, pero esta vez he hecho trampa.
Para la base de hojaldre, he utilizado una masa comprada, ya que el hojaldre es una masa quebrada y su elaboración es un poco complicada.
Podéis encontrar distintas marcas de hojaldre en el supermercado, os dejo la decisión a vuestra elección.
Ingredientes:
-Una base de hojaldre
-Fruta al gusto, en este caso utilicé mandarinas y fresas
-Mermelada al gusto, dependerá de las frutas seleccionadas. En esta ocasión, elegí una de melocotón
(la mermelada nos servirá para rebajar la acidez de la fruta, o para contrastar sabores)
-150ml de leche
-1/2 vaina de vainilla abierta por la mitad y con las semillas por separado
-50gr de azúcar
-20gr de harina de maíz
-3 yemas de huevo
-100ml de nata líquida
Proceso:
En primer lugar, colocamos la masa de hojaldre sobre un molde para tartas. A continuación, lo cubrimos con papel de horno y lo llenamos con pesos para hornear, de manera que el hojaldre no se nos infle.
Lo metemos en el horno durante 15 minutos a 180º, recordad que el horno debe estar precalentado.
Una vez pasados los 15 minutos, sacamos los pesos y el papel. Y lo volvemos a introducir en el horno durante unos 10 minutos. O hasta que vemos que la masa esta completamente dorada.
Una vez hecha, la sacamos del horno y la colocamos en una rejilla enfriadora.
Paralelamente, realizaremos la crema de vainilla. En primer lugar, ponemos la leche, una cucharada del azúcar y la vainilla en una olla y lo llevamos a ebullición.
Por otro lado batimos todo el huevo, con la harina de maíz, el resto del huevo y la nata líquida.
Una vez hervida la mezcla de la leche, la separamos y la dejamos enfriar.
Cuando tenga unos 40º, incorporamos la mezcla de los huevos y batimos.
La volvemos a poner a fuego lento y vamos mezclando hasta que obtengamos una crema espesa.
Una vez espesada la crema, la colamos en un chino y la dejamos enfriar.
Cuando todo este frío, cubrimos el hojaldre con la crema. Por último, cortamos la fruta previamente lavada y la colocamos sobre la tarta a modo decorativo.
Finalmente, calentamos dos cucharadas de mermelada al baño maría, y pintamos la tarta con un pincel de silicona.
Debemos conservar la tarta en frío o se nos cortaría la crema.
Buen provecho
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