Rollos de melocotón y almendras

Crujiente, dulce, sabrosa... Así es la receta que os traemos esta semana, además rápida y fácil... Como nos gusta. 

Se trata de unos rollos de hojaldre, con mermelada casera de melocotón y almendras tostadas. Perfecto para el desayuno o el postre. 

Como siempre, el hojaldre es una semana más nuestro aliado, ya que lo podemos usar para realizar infinidad de postres en un momento. 

Ingredientes: 

-1 rollo de hojaldre preparado ( para que complicarse la vida)

-Mermelada de melocotón ( nosotros las preparamos casera, pero podéis usar una comprada)

-1 huevo

-Almendras laminadas crudas

-Azúcar común

Para la mermelada: 

-1/2 kilo de melocotones

-1/2 kilo de azúcar común

-1/2 limón

En primer lugar, debemos preparar la mermelada, para ello, añadimos todos los ingredientes en una cazuela. previamente, pelamos y troceamos a dados de un centímetro los melocotones y exprimimos el limón. 

A continuación lo ponemos al fuego, no muy alto, hasta que se reduzca, y quede la textura de mermelada. Este proceso, puede tardar unos 30-45 minutos aproximadamente. Dependerá de lo aguado que sea la fruta. El limón, nos ayudará a potenciar el sabor, y quitar dulzura. 

Una vez esté hecha, enfriamos y repartimos en tarros de cristal, deben cerrar herméticos para que se nos mantenga. Nosotros no los sellamos, ya que es para consumir en breve, pero para evitar que se estropee, podemos guardar el tarro girado, así no entrará aire. 

Proceso: 

Lo primero, es estirar la masa de hojaldre con un rodillo, de manera que nos quede bien fina. Sobre que marca usar, en el mercado, podéis encontrar un gran surtido, yo me quedo con laTarradellas, pues crece muy bien. 

Una vez tenemos la masa estirada, untamos la mermelada, hasta cubrir toda la pieza. Y la enrollamos, formando un canuto. 

A continuación, cortamos a la largo en cuatro piezas.  Cogemos cada pieza, y la enrollamos sobre si misma, a modo de espirales. 

Cuando lo tengamos, pintamos con huevo y espolvoreamos las almendras. 

Finalmente, colocamos los rollos sobre papel de horno, y horneamos a 180º  por arriba y por abajo, hasta que queden bien dorados. 

Siempre debemos precalentar el horno. 

Una vez dorados, dejamos enfriar sobre una rejilla de horno. 

Y listos para comer. 

Buen provecho.