Llevo una temporada, un poco obsesionada con las masas de bizcocho, ya que es algo de lo más útil para el desayuno o la merienda.
Y algo, que podemos tomar más a diario que un cupcake o un pastel decorado.
Por eso, hoy os traigo una receta rica, fácil e ideal para todos los días. Se trata de un rosco de ciruela y chocolate con cereales.
Y algo, que podemos tomar más a diario que un cupcake o un pastel decorado.
Por eso, hoy os traigo una receta rica, fácil e ideal para todos los días. Se trata de un rosco de ciruela y chocolate con cereales.
Si no os gustan las ciruelas, siempre las podéis cambiar por otra fruta, como el melocotón o las fresas.
Ingredientes:
-3 huevos L
-2 tazas de azúcar moreno
-1/2 taza de aceite de girasol
-1/2 taza de leche entera
-1 taza de ciruelas trituradas ( Si usáis ciruelas maduras, tendrán más sabor y resultarán más dulces)
-3 tazas de harina común tamizada
-1/2 sobre de levadura química (royal)
-Pepitas de chocolate al gusto
-Cereales al gusto para decorar
*Recordad que las masas bizcochadas, sobretodo con base de fruta, tienen más sabor si se dejan reposar una vez hechas. Es decir, de un día para otro.
Proceso:
En primer lugar, necesitaremos un bol, donde batiremos los huevos y el azúcar hasta que queden espumosos. A continuación, añadiremos el aceite, la fruta y la leche sin dejar de batir.
Cuando estén todos bien unidos, añadiremos los ingredientes secos y mezclaremos hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
En este caso, nosotros hemos usado un molde en forma de rosco de silicona. En la base, hemos esparcido los cereales y a continuación, hemos añadido la masa hasta llenarlo aproximadamente hasta la mitad.
Ya podemos hornear a 180º por arriba y por abajo durante unos 40 minutos. El tiempo, siempre dependerá de vuestro horno.
Siempre debemos precalentar.
Pasados los 40 minutos, o bien cuando esté dorado, lo retiraremos del horno y dejaremos enfriar sobre una rejilla.
Cuando esté frío, desmoldaremos la masa y dejaremos enfriar del todo.
Listo para servir, ideal para acompañar un té o un café o simplemente, con un chorro de miel.
Buen provecho.
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